VIDA LABORAL
Mi vida laboral es muy breve. De adolescente trabaje como camarera, heladera, trabajos relacionados con la hosteleria…Fueron periodos muy cortos y en vacaciones, ya que estudiaba. Mi familia poseía una buena posición y no era algo que tuviera que hacer por necesidad. Mas adelante conocí al que es hoy mi marido, a los tres años de relación quise quedar embarazada y desde entonces solo me dedique a mi hija y más adelante buscamos al niño y seguí en casa. Mi vida no me disgustaba era lo que siempre había querido, pero me sentía en parte vacía. No tenia amigas y casi no salía a la calle, empecé a notar que algo me faltaba cuando me daba cuenta de que a mi hijo le gustaba mucho salir, pero yo sentía casi pánico a relacionarme con la gente. Siempre había sido extrovertida pero algo en mi había cambiado. Por este y otros motivos que ahora mismo no vienen al caso, fui a una psicóloga que me aconsejo que buscara un trabajo y me realizara no solo como madre y esposa si no como mujer. Un dia hablando con una vecina me comento que trabajaba en la universidad, en el servicio de limpieza y me narraba cosas que le sucedían allí. El horario era ideal para mí de seis de la mañana a nueve y para empezar no estaba mal.
Fui a la empresa que llevaba esta contrata y a los nueve meses me llamaron para una sustitución en El Corte Ingles, fueron tres meses preciosos, conocí a muchas mujeres y quiero resaltar el papel que tuvo para mi Loles, fue muy clara conmigo me dijo que me explicaría el trabajo y que si en una semana no había aprendido pediría otra compañera. Las tareas eran bastante duras, no teníamos tiempo ni para un respiro, en la primera semana perdí tres kilos, pero me encantaba ¡Me sentía útil! Todo fue muy bien cuando llego su compañera y tuve que irme a otro sitio, lo pase mal, no podía ni verla se me saltaban las lagrimas, me había enseñado tanto, claro que yo tonta no era, para mi siempre será mi mentora.
Cuando terminó el contrato y volví a la vida de antes caí en una tristeza enorme, mi jefa me había dicho que me llamaría para la nueva universidad, pero pasó a subasta y la perdieron, rápidamente fui a la nueva empresa y les di mis datos. Pero mientras tanto mi estado era tan evidente, que mi abuelo que había poseído un cargo publico muchos años empezó a moverse para buscarme un trabajo, cosa que antes nunca había querido, pero a lo que ahora si estaba dispuesta. No tardaron en llamarme de varios sitios incluso hice la entrevista para una empresa de construcción en la cual me daban mi propio despacho con todo, solamente tenia que esperar dos meses. El destino hizo que al día siguiente de la conversación la empresa de la Universidad me llamara y a los dos días estaba trabajando. Todas entrábamos nuevas allí y sentí que la vida era justa que ese puesto era para mí y lo había conseguido. Era feliz, pero pronto se trunco ese estado, ya que debía incorporarme a la empresa de construcción y ¡Yo no quería! Si, iba a ganar mucho mas, tendría una mejor posición pero estaría sola con un ordenador casi todo el día y yo quería seguir con mis hijos y trabajar para vivir, no vivir para trabajar. Me costo disgustos con mi familia, pero dije que no. Ya llevo dos años aquí me siento de maravilla con mi mocho, nos hicieron fijas hace un año y aunque he pasado buenos y malos momentos, los malos casi no los recuerdo… Soy feliz, mi deseo es que nos vallan ampliando horas, aunque siempre tenemos sustituciones, pero todo llegará. Para mi son todo ventajas es una ayuda, un desahogo y sobre todo he vuelto a ser la misma persona alegre y dicharachera a la que le gusta mucho hablar y llevarse bien con todas, aunque ha veces sea complicado. Ya se sabe, reunión de zorras, perdición de gallinas, ja, ja, ja.
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